¿Qué aprenderá su hijo en nuestra escuela de Fuengirola con el método Montessori?
Durante los primeros 3 años de vida, su hijo se desarrolla más rápidamente que en cualquier otro momento.
Durante esta fase, su hijo absorbe grandes cantidades de información del entorno a través de la observación y las experiencias.
Estos son los años que sientan las bases para el aprendizaje posterior, y cuanto más sólidas sean las bases, más podrá desarrollar el niño sobre ellas.
Los programas Montessori para bebés y niños pequeños ofrecen habilidades e intereses únicos de cada niño. Basándose en observaciones diarias, los profesores introducen nuevos materiales y actividades que despiertan la curiosidad y estimulan el aprendizaje.
Los objetivos de aprendizaje para su hijo a esta edad incluyen el desarrollo de habilidades como el lenguaje, la concentración, la resolución de problemas, la discriminación visual y la coordinación física.
Las rutinas de la vida diaria son la base de los programas Montessori para bebés y niños pequeños.
Las actividades promueven la independencia, el orden, la coordinación y la concentración, además de apoyar el desarrollo social, emocional, físico y cognitivo.
Actividades de aprendizaje:
Autocuidado: lavarse, vestirse, ir al baño y comer, según la capacidad individual de cada niño.
Cuidado del medio ambiente: limpieza, preparación de alimentos y servicio de comidas; cuidado de plantas.
Actividades de motricidad gruesa (en interiores y exteriores): caminar, escalar, correr, saltar y más.
Habilidades motoras finas: alcanzar, agarrar, recoger objetos, transferir objetos, usar herramientas y utensilios, hacer obras de arte.
Lenguaje: nombrar objetos, describir acciones e intenciones, discutir imágenes, conversar, música y cantar.
Habilidades sociales: desarrollar modales a través de interacciones con compañeros, maestros y juegos en grupos pequeños dirigidos por el adulto.
Los programas Montessori para bebés y niños pequeños pueden incluir:
Desde el nacimiento a los 18 meses.
Un aula Montessori para bebés, a veces denominada «El Nido» (en italiano «nido»), alberga a bebés que no se mueven o gatean en un ambiente de aula tranquilo.
Aquí, el bebé explora con seguridad, sintiéndose seguro en presencia de cariñosos cuidadores adultos. El entorno incluye muebles y materiales apropiados para el desarrollo.
La seguridad es primordial, pero se evitan los equipos que limiten la libertad de movimiento del niño.
En cambio, los muebles especialmente diseñados apoyan la incipiente independencia de su hijo, incluidas barras para levantarse, espejos para reflejar el movimiento del cuerpo y un área para dormir con camitas/alfombras, y mesas y sillas de tamaño infantil, todo adaptado a sus necesidades para que sean lo más autónomos posible.
Un ambiente Montessori para niños pequeños apoya de forma segura el impulso de su hijo para hacer cosas por si mismos, desarrollando confianza y un sentido de competencia.
El entorno es rico en lenguaje, y los adultos utilizan un lenguaje perfecto y adecuado en lugar de lenguaje infantil para que los niños desarrollen un vocabulario amplio.
Desde los 18 meses a los 3 años.
Los adultos también ayudan a los niños pequeños a comunicarse entre sí.
En este entorno de aprendizaje, los niños trabajan de forma independiente, observan a los demás, exploran libremente y expresan su curiosidad y creatividad.
Un área de autocuidado fomenta la conciencia sobre el uso del baño y la independencia para mantener la higiene personal (como aprender a limpiarse la nariz y lavarse las manos de forma independiente).
Una zona de dormitorio con camas/colchonetas individuales en el suelo que permite a los niños pequeños ejercitar su autonomía a la hora de prepararse para el descanso y les permite levantarse de forma independiente una vez descansados.
También hay un área de actividades de motricidad gruesa para ayudar a los niños a coordinar sus movimientos y mesas bajas que les permiten ayudar a preparar, servir, comer y limpiar sus meriendas y comidas.